Se calcula que dos o tres en mil niños en los Estados Unidos nacen sordos o hipoacúsicos, y más del 90% de estos niños nacen de padres que pueden oír. La identificación temprana de los niños que nacen sordos o hipoacúsicos es imprescindible para asegurar que sus familias tengan los recursos que necesitan para ayudar a sus hijos a adquirir el idioma, sea hablado o visual, y lograr el desarrollo de la comunicación, cognitivo, académico, social y emocional, consecuente con su edad. La NAD apoyó la aprobación de la Ley de Detección Auditiva e Intervención Tempranas (EHDI, por sus siglas en inglés) en 2000 y la financiación federal subsiguiente para establecer programas estatales para examinar la audición de recién nacidos en los hospitales. En ese momento, la edad promedio en que se identificaba a los niños sordos era de 2 años y medio, y los niños hipoacúsicos a menudo no se identificaban hasta mucho después. Entre los objetivos del programa EHDI se encuentran la realización de un examen de audición a todos los recién nacidos antes de que cumplan un mes, la confirmación de su condición auditiva a los tres meses, y su matriculación en un programa de intervención temprana para los bebés sordos e hipoacúsicos y sus familias para cuando tengan seis meses de edad.
Hoy en día, alrededor del 95% de los recién nacidos obtienen un examen de audición antes de dejar el hospital. No obstante, no todos los recién nacidos que padecen de pérdida auditiva reciben las evaluaciones de seguimiento necesarias para confirmar su condición. La NAD busca activamente la reautorización del proyecto de EHDI, concentrándose en asegurar que todas las familias reciban la atención, la información y los servicios que necesitan para brindar a sus hijos sordos e hipoacúsicos las oportunidades que necesitan para adquirir el idioma hablado o visual.
La adquisición del idioma desde el nacimiento es un derecho humano. Los bebés sordos e hipoacúsicos deben recibir la oportunidad de adquirir la lengua de señas estadounidense (ASL), un idioma visual completamente accesible, a la más temprana edad posible, a la par con la oportunidad de acceder y adquirir el o los idiomas orales usados por sus familias mediante el uso de tecnologías asistivas y otras estrategias. La NAD está muy comprometida con asegurar que los padres de bebés recién identificados como sordos o hipoacúsicos reciban información correcta sobre los beneficios de adquirir y desarrollar destrezas tanto de la ASL como del inglés.